“La hermanastra fea” es una reinterpretación contemporánea del clásico cuento de hadas, pero desde la perspectiva de una de las hermanastras de Cenicienta. En lugar de centrarse en la protagonista tradicional, la historia nos lleva por el camino de una joven que ha sido marginada por no cumplir con los estándares de belleza impuestos por la sociedad. A través de su transformación física y emocional, la película explora los sacrificios que muchas mujeres hacen para encajar en un molde estético que promete éxito, amor y aceptación.

La hermanastra fea ofrece una propuesta interesante y necesaria. La película funciona como una crítica directa a los cambios estéticos que muchas jóvenes se hacen hoy en día para alcanzar reconocimiento social o profesional. Desde cirugías hasta retoques digitales, el filme pone sobre la mesa una realidad incómoda: el éxito parece estar condicionado por la apariencia. Y como esto es Sitges, esos cambios estéticos incluyen sangre. Mucha sangre.
Además, la película invierte el relato tradicional de “La Cenicienta”, mostrando “la otra cara de la moneda”. En lugar de la chica buena y bella que triunfa por su dulzura, vemos a una joven que lucha por destacar en un mundo que premia la belleza por encima de otros valores. Esta perspectiva permite reflexionar sobre cómo desde siempre se ha promovido la idea de que “ser guapa” es sinónimo de tener éxito, cueste lo que cueste.
Siguiendo un poco los estándares norteños de ritmo, como buena película noruega, La hermanastra fea es una película que merece ser vista por su valentía temática.
La película también ofrece una lectura alternativa de “La Cenicienta”, donde el foco no está en la belleza natural recompensada mágicamente, sino en el sacrificio brutal que implica perseguirla. Como bien señala una crítica de Splice Today, “no hay esperanza en el matrimonio ni en la belleza, sino en la sororidad”.
Resumiendo, es una versión Body Horror de La Cenicienta, visceral, perturbadora y bastante interesante. Envuelta en un toque de comedia negra, puede ser una de las serias candidatas a ganar Sitges 2025.