Mira que el comienzo es prometedor, con ese rescate de la cápsula espacial y la música potente y que atisba 90 minutos de buen cine, o al menos entretenido, pero cuando acaba das las gracias solo a esto último precisamente: que solo dura hora y media. ‘La astronauta’ es una nueva mezcla de ciencia ficción y terror, pero donde el espacio no tiene cabida, ya que la trama comienza cuando la protagonista, cosmonauta de la NASA, ya ha amerizado con la cápsula de reentrada y se dirige a la habitual cuarentena. La entrada en la atmósfera ha sido accidentada y ha resultado herida… Las premisas son interesantes y se aguanta unos minutos, pocos, hasta que llega el sopor, para acabar en el ridículo y la intrascendencia. No solo olvidas el film nada más salir de la sala, sino que la quieres olvidar, sobre todo si eres amante del género.
‘La astronauta’ recupera la gravedad que no adquiere la película
La idea de central la trama en un astronauta que vuelve de su viaje espacial no es nuevo, ni las misteriosas consecuencias de un incidente que sin disimulo huele a contacto con otra civilización. El final tiene un giro radical e inesperado, tan propio del cine de hoy en día, donde no parece que un guion valga la pena sin ese «truco», pero claro, si se usa bien, porque en este caso provoca risa, indiferencia o perplejidad, más aún con unos planos «homenaje» a ‘E.T’. o a ‘Encuentros en la tercera fase’, que tras casi 90 minutos de metraje se antojan insultantes.
Es difícil de entender cómo un comienzo y planteamiento tan atractivo, con un género que siempre gusta al espectador, por mucho que le propongas ideas extrañas o formas diferentes, se derrumbe tan rápido, aburriendo de una manera tan radical, tanto, que no es exagerado afirmar que durante casi una hora no ocurre gran cosa, más allá de los efectos típicos y mal ejecutados en este caso del thriller, suspense o terror más convencional.
Poco más se puede decir de ‘La astronauta’, e incluso si tienes curiosidad por verla para enterarte de ese giro de la trama, igual te arrepientes por pensar que es una tomadura de pelo, tú decides, pero la subjetividad en el cine está siempre presente, y quizá te pueda parecer entretenida. Nunca se sabe.
Estreno: 26 de septiembre de 2025.