Recuerdo hace unos pocos años (no me hagais buscarlo) en que se anunció que la sesión sorpresa del Festival de Sitges sería la nueva (y última) película de Hayao Miyazaki: El viento se levanta. Último dia del festival, a las 23:30 de la noche, una historia autobiografica… una TURRA espectacular. Nada que ver con su toque habitual.
Y hoy vuelve Hayao Miyazaki, con una nueva peli que llama algo más la atención: El chico y la garza.
Entramos a las 8:15 de la mañana de un viernes, y fuera, junto a los frikis habituales, se monta una cola enorme con familias e incluso niños. Es viernes, no tienen cole? El mejor Miyazaki bien vale saltarselo, no?
La película cuenta la historia de un niño que pierde la madre en un incendio en plena segunda guerra mundial. Un año más tarde él y su padre se mudan para vivir con su tia, que será la nueva mujer del padre (… no opinaré de esto …).
En esta nueva casa conoce una extraña garza, que parece no ser todo lo normal que debe. Entre ella y una misteriosa torre se desata la fantasía.
La primera mitad de la película transcurre lenta con el trauma del niño sobre la muerte de su madre, su nueva vida y lo descolocado que está. Pese a alargarse incluso demasiado, tras esta larga introducción, la película del estudio Ghibli nos introduce a una vorágine fantasiosa que recuerda bastante al Viaje de Chihiro, donde todo aquel que sale puede ser bueno o malo o ambas a la vez.
La película te introduce de la mano de Mahito en un mundo loquísimo, preciosista, espectacular y fantasioso hasta cuotas insospechadas.
Pese a sentirte abrumado por tanto color y fantasía, ese mundo consigue atraparte y te lleva a través de una segunda parte espectacular digna del mejor Miyazaki.
Pese a que es una historia triste, no peca de ñoña, y de hecho acaba siendo bastante feel-good movie cuando podria acabar dejandote llorando a moco tendido.
En resumen, muy muy recomendable para los fans del estudio sobretodo si superáis los primeros 45 mins.
Una maravilla.
