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STUDIO GHIBLI EN NETFLIX: LA PRINCESA MONONOKE (1997)

Continuando con la ronda de películas llegamos a quizás una de las películas más conocidas del Studio Ghibli y, además, se trata de una película perfecta para reseñar un 8 de marzo.

“La princesa Mononoke” estuvo escrita y dirigida por Hayao Miyazaki. Se estrenó en 1997 convirtiéndose en la película más taquillera de ese año, desbancando en su país de origen a “Titanic” como la película más taquillera, posición que mantuvo hasta el estreno de “El viaje de Chihiro”.

Las voces protagonistas fueron prestadas, originariamente, por Yôji Matsuda en el papel de Príncipe Ashitaka, Yuriko Ishida en el papel de Princesa Mononoke, Yûko en el papel de Lady Eboshi, Kaoru Kobayashi en el papel de Jiko-bō, Masahiko Nishimura en el papel de Kōroku, Tsunehiko Kamijô en el papel de Gonza, Akihiro Miwa en el papel de Moro y Hisaya Morishige en el papel Okkoto-nushi. En España, el doblaje fue realizado respectivamente por David Robles, Eva Díez, Pepa Castro, Roberto Cuenca Martínez, Luis Bajo, Carlos Ysbert, María Luisa Rubio y Paco Hernández.

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Me resulta imposible no comparar esta película con “Nausicäa del valle del viento” ya que ambas tratan la misma temática y estuvieron escritas por Miyazaki. Así, ambas hablan sobre la relación de los humanos con la naturaleza, tema por otro lado recurrente del estudio, y de cómo la actitud destructiva del hombre para con la naturaleza puede ser catastrófica, pero lo hacen de una forma sustancialmente distinta.

Mientras que en Nausicäa, el propio orden natural de ese universo, alterado por obra del ser humano, provoca que la naturaleza se vuelva en contra suya, en esta película la naturaleza tiene un papel mucho más activo y combativo como muestran las distintas tribus de animales que se alzan en contra del hombre. Ello también se puede observar en la princesa Mononoke ya que, a diferencia de la princesa Nausicäa, no cree que pueda haber un entendimiento entre humanos y naturaleza hasta el punto que ni ella misma se considera una persona.

Personalmente, el enfoque de Nausicäa me pareció más interesante pero, a diferencia de esa película que estaba basada en un manga, en ésta el universo está mucho más claramente definido porque es un universo mucho más cercano al mundo real. Así las diversas criaturas que pueblan, pese a ser animales que tal y como se muestran no existen en la vida real, no dejan de ser animales que cualquier espectador puede identificar. Además, el carácter de las criaturas se corresponde con el carácter real de esos animales en nuestro mundo.

Sobre el resto de personajes también se pueden hacer una contrapartida entre el príncipe Ashitaka, en “La princesa Mononoke”, y el príncipe Asbel, en “Nausicäa del valle del viento”, y entre Lady Eboshi y Lady Kushana, respectivamente, que son las antagonistas. En el primer caso, el príncipe Ashitaka resulta mucho más interesante a consecuencia de la maldición y está mucho mejor desarrollado, además de tener un papel más activo en la trama.

Y, en el segundo caso, en esta película se consigue crear un villano mucho más complejo, ya que, aunque ambas justifican su conflicto con la naturaleza en base al bien común, Lady Kushana actúa principalmente para conseguir poder militar y dominar a otras naciones, mientras que realmente sientes que Lady Eboshi es una líder que busca lo mejor para su pueblo y que se preocupa por los más débiles (los leprosos). Así, las habitantes de su aldea realmente la quieren y se preocupan por ella.

Centrándonos exclusivamente en “La princesa Mononoke”, presenta un ritmo muy ágil durante toda la película que prácticamente no decrece, ni siquiera en los primeros momentos que suelen ser los más pesados. Hay acción desde la primera escena, con escenas que no escatiman en mostrar violencia. La historia está estupendamente contada, de modo que no queda ningún agujero en la misma y el final está muy bien ejecutado.

Además, la animación de la película muestran los avances que había alcanzado la princesa, destacando especialmente en el diseño de los personajes. En concreto, el diseño de la princesa Mononoke me parece sencillamente perfecto, muy característico, te permite identificar el carácter sólo con verlo y tiene un magnetismo que se queda contigo.

Como único defecto, y es algo muy personal, no me ha gustado la forma en la que se comunican los animales. No sé, hubiera preferido que no movieran la boca mientras hablaban sino que fuera algo más telepático, ya que en ocasiones rozaba un poco el ridículo.

También habría que destacar el papel de las mujeres pues, si bien es común en las películas del Studio Ghibli se les muestra alejada de los clásicos roles de género otorgándoles protagonismo y que no sean meramente sujetos pasivos que deban ser rescatados, todas las mujeres de esta película tienen un papel de liderazgo. Más aún, en la ciudad del hierro las mujeres tienen un papel predominante al de los hombres.

En definitiva, la princesa Mononoke es una de las joyas del estudio, una película muy disfrutable que emocionará a los amantes de la naturaleza y que cualquiera que se anime, tenga la edad que tenga, a verla, quedará enamorado.

8.1
Muy buena

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