Si muchos, incluso los que eran más fans del Universo Marvel, están ya saturados de tanto producto, con truños como ‘Madame Web‘, siempre nos quedará la irreverencia salvaje de Deadpool para en este caso sí consumir esta tercera entrega y las que -ojalá- vengan. ‘Deadpool y Lobezno‘ no solo tiene el atractivo de juntar a dos de los iconos de superhéroes, uniendo también a los X-Men con las líneas temporales de los Vengadores. Pero bueno, casi que la cosmogonía es lo de menos, primero por lo lioso y a la vez flexible de las líneas temporales y universos paralelos o alternativos, donde puedes «resucitar» o matar cien veces a cualquier personaje (un paraíso para los cameos y los retornos estelares, como pasa aquí), sino porque ese «jaleo» da pie y es perfecto para unas vueltas de tuerca más al desfase y la irreverencia de la saga de Deadpool.
‘Deadpool y Lobezno‘ es desde los impresionantes y salvajes títulos de crédito iniciales un festival de entretenimiento: humor, violencia gore, palabrotas, chistes políticamente incorrectos, autorreferencias y una pareja perfecta que sientes no haberla juntado antes, porque son la mezcla ideal, ese cóctel perfecto que siempre se busca en las llamadas buddy movies, el poli más cerebral y el más violento; o el más chistoso y el más serio. La película busca tanto los límites, que por momentos podría entrar en el género de las spoof movies tipo ‘Aterriza como puedas‘ o ‘Top Secret‘.
Metacine, cuarta pared, desfases temporales y caos con sentido
‘Deadpool‘ parece admitir todo, como se ha visto en las dos anteriores películas, pero hay que hacerlo bien y mezclarlo con sentido, dentro de la locura marca de la casa, y así es. Estamos ante uno de los mejores títulos de Marvel, con continuas referencias propias y por supuesto ahora a la Fox y a Disney, riéndose de ellos mismos pero también de la competencia, hablando o mirando a la cámara e incluso llegando al límite del metalenguaje, es decir, explicando el porqué de una escena, un personaje o su texto, siempre para regocijo del espectador, que parece intuir que lo que se pretende con tanto exceso en este sentido es que veamos lo contrario que busca el cine, es decir, ver antes a los actores detrás de los personajes que a los personajes olvidándonos de los actores. Y funciona.
Qué mejor que entrar en el universo UCM que con este cóctel explosivo, adictivo y endemoniadamente entretenido. Hay muchas sorpresas y si alguno ponía la pega de que Deadpool y sus chistes y verborrea continua podía acabar siendo cargante, llega su partenaire perfecto, la animalidad y lo lacónico en gestos y palabras de Lobezno. Lo de menos es el argumento, pero es que además es interesante y entronca con la AVT (centro argumental de la serie ‘Loki‘) y la Sagrada Línea del Tiempo. Un recurso perfecto para el festival de locuras bien planteadas y ejecutadas, en un película casi perfecta en todo, un cohete capaz de recuperar un universo desde el subsuelo hasta la Luna. Sí, como dice el mismo Deadpool, ha tenido que llegar él para salvar a Marvel y para en vez de tomarse tan en serio, demostrar que no hay nada mejor para que te tomen en serio como no creértelo y reírte de todo y de todos.
Estreno: 25 de julio de 2024.
