IRONMAN 3: FIN DE CICLO?

El universo de superhéroes creados por Stan Lee y sus socios de la llamada Casa de las Ideas en los 60′, dieron con la idea clave a la hora de recrear este universo mitológico de héroes y villanos. No se trataba solamente de enfrentarlos en plan street fighter «FIGHT!!» si no de enfrentar un gran poder vs. su debilidad como mortal. Esa lucha interior sería ya eterna, envuelta de aventuras y desventuras, donde el personaje evolucionaría a tenor de los nuevos cambios sociales según el lápiz de  Jack Kirby, Steve Ditko o John Buscema o del rotring de John Byrne, Frank Miller o Tim Sale.
La crisis de ideas, la infantilización del discurso cinematográfico y la nueva era digital de los fx han hecho posible adaptar de una manera más usual los superhéroes del cómic a la pantalla grande. La clave ha sido la valentía de la Marvel, una vez metida en esto de hacer cine, en fichar primeras espadas como Ang Lee, Bryan Singer o Sam Raimi. Esto ha dado una autoría dejando claro que el tema de los superhombres se lo iban a tomar en serio…a veces tanto que ya son varias la versiones de Hulk ; otras redes ya responden a criterios puramente comerciales.
Iroman es una franquicia que está funcionando muy bien, y eso que el personaje históricamente ha sido de los que menos fans ha cosechado. Tony Stark, una especie de Hugh Hefner, genio y mujeriego, egocéntrico y rodeado de alta tecnología, ideal para vendernos a nuestro cerebro inconsciente todo tipo de imputs que luego querremos comprar, es Robert Downey Jr., es así de fácil, incluso después de verlos a todos juntitos en la sobrevalorada, Los Vengadores (2012), el personaje le va como anillo al dedo, o debería decir, como electro-imán al pecho. El punto socarrón, con la frase perfecta en el momento adecuado y unos guiones bien escritos, nos han dado, sin duda, junto con el Peter Parker (Spiderman) de Sam Raimi, lo mejorcito de la Marvel Movies. Y es que Iroman es una saga que ha crecido muy coherentemente cual si fuera una colección publicada en cómic, y ese mérito le corresponde al director de la nefasta Cowboys & Aliens (2011), Jon Favreau. 
Iroman 3, pese a estar dirigida por otro guionista metido a director, Shane Black, (no lo conozco la verdad), copia la misma estructura que la entretenida Iroman 2 (2010), donde ya se nos presentaba muy hábilmente el marco de los futuros Vengadores. En esta nueva entrega, solventados sus problemas de corazón, y perdonado gubernamentalmente y amorosamente por su fuckadas (es de largo el superhéroe qué más la caga!), se toma las cosas más en serio, incluida su relación con Pepper Potts (Gwyneth Paltrow), auténtico contrapunto que da sentido a los excesos y a las carencias de la personalidad de Tony Stark. Y es que esta nueva entrega se me antoja más nolan (en referencia al director de El Caballero Oscuro), es decir, más transcendental, quizá demasiado, menos acción, más fantasmas interiores…pero iroman es todo luz, brillo nuclear, vuelos estratosféricos al alba, y pese que los villanos, contamos con el actor de Memento (Guy Pearce), el Mandarín (Ben Kingsley) están a la altura, yo me sigo quedando con Mickey Rourke de la entrega anterior. Sería baladí hacer una análisis comparativo de Iroman 3 con las anteriores, pues como decíamos antes, sigue el mismo patrón narrativo, sin sorpresas.
Yo personalmente no me lo pasé tan bien como en las anteriores, aunque no deja de ser más de lo mismo, un divertimento de calidad, veremos si la saga terminó realmente…