De verdad, puede parecer que lo digo en caliente pero no. Estamos ante una de las peores y más insulsas películas que he visto, si no la que más. Me gusta tanto el cine que casi nunca considero que ver una película es perder el tiempo pero tras ver ésta, a pesar de su afortunadamente corta duración, esa sensación es completa y deseaba fervientemente que acabara.
‘Mesa 19’ parte como la típica comedia ambientada en una boda. Su reparto hacía presagiar un buen rato de humor ligero o quizá algo gamberro, pero ni una cosa ni la otra. No hay historia, los actores quedan en nada ante un guión inexistente lleno de diálogos absurdos y nula gracia. Para colmo, en vez de al menos derivar hacia un film friki, de enredo o simplemente pura diversión, rizan el rizo del despropósito y el aburrimiento virando hacia una mezcla torpe y vacua de autoayuda, cinta romántica y sentido de la vida. Tremendo.
Y, sinceramente, poco más que decir porque nada destaca ni siquiera para mal, ya que los autores de esta olvidable película no fueron avispados y al menos convertir ‘Mesa 19’ en una sucesión de gags, aunque fueran malos, y poder ensalzarla por lo entretenidamente mala que era. Pero ni por esas. Pretendían hacer algo elegante quizá, de comedia ligera, de mensaje manido y sonrisa estúpida. Lo conseguido es simplemente incalificable y de borrado inmediato.
Mike Newell, volveré a ver tu ‘Cuatro bodas y un funeral’ para recuperarme de esto.
Mesa 19, mejor no sentarse en ella
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