Jack Mabry (Robert De Niro) es un agente de la condicional a punto de jubilarse que verá desmoronarse su vida y su verdad con el último caso de su carrera. Un pirómano acusado de un doble asesinato (Edward Norton) intentará convencerle de que hasta él, el inquebrantable Jack Mabry puede cometer un fallo. Su fallo, dejar entrar a la atractiva Lucetta (Milla Jovovich) en su vida.
Entré en el cine (un poco a regañadientes) pensando que iba a ver una típica película de acción, que volvería a ver uno de esos bodrios a los que acostumbra ultimamente De Niro cada vez que se sale de la comedia, de esas que se te olvidan antes de levantarte de la butaca, y en su lugar me encontré con un mensaje escondido dentro de esta "fabula" llena de estrellas. John Curran ha conseguido con un reparto envidiable y un Edward Norton cuyo único fallo es un horrendo doblaje, un film que te demuestra no solo el valor de las segundas oportunidades, sino todo un mundo interior. Una pelicula que te enseña que todas las personas tienen un punto debil, un talón de aquiles, y que la fachada es solo eso, fachada.
Esta obra muestra el declive de cualquier personalidad encerrada en un mentira. Su principal hándicap: los diálogos y el doblaje. Los dialogos fallán durante toda la película, estan vacios y se resumen en cuatro balbuceos de De Niro y cuatro cacareos de Nortón que además no hacen sino ralentizar el film,la falta de acción dialectica (aunque sobrada acción psicológica) pueden hacerla pesada en algunos momentos.
Encuanto al doblaje, las voces elegidas para Edward Norton y MIlla Jovovich llegán a sacarte de la trama durante algunos pasajes.
En definitiva creo merece la pena verla si eres capaz de comprender la moraleja. 3/5