[xrr rating=4/5]
‘En tercera persona’ (‘Third Person’) sigue con el cada vez más usado sistema de vidas cruzadas, tramas que se superponen, historias que se entrelazan, demostrando continuamente la teoría de los seis grados. Paul Haggis es un buen director, como demostró con ‘En el valle de Elah’ y la oscarizada ‘Crash’, donde también optó por un trabajo coral y de historias interrelacionadas. Pero Haggis es sobre todo un gran guionista y no en vano Clint Eastwood ha solicitado sus servicios varias veces (‘Million Dollar Baby’, ‘Banderas de nuestros padres’, ‘Cartas desde Iwo Jima’), aparte de firmar los James Bond ‘Casino Royale’ y ‘Quantum of Solace’.
‘En tercera persona’ realiza una vuelta más de tuerca a los films de varias historias con personajes aparentemente independientes pero donde poco a poco por pasado o por consecuencias del presente tienen relación en mayor o menor grado. Y como hilo conductor un escritor interpretado por Liam Neeson que al final será mucho más que eso (hasta ahí puedo escribir). Tanto el guión preciso como la dirección van in crescendo tras un inicio más plano hasta alcanzar cotas de intensidad e interés muy notables y pese a lo largo de su metraje (137 minutos) y el continuo cambio geográfico entre Nueva York, París y Roma. El bendito montaje.
El título no es baladí. Primero porque se refiere a la condición de escritor de uno de los protagonistas y segundo porque alude también al «objeto», a cómo en la vida de todos nosotros nos marca principalmente una tercera persona o a cómo en la vida de todos nosotros una tercera persona puede hacer tambalear y cambiar tu devenir de forma absoluta. Es por ese ‘tercer elemento’ de la ecuación por lo que amamos, sufrimos, nos sacrificamos, arriesgamos todo o nos salvamos. Haggis juega con ese elemento como forma y fondo para analizar el proceso creativo (autoanálisis quizá) y los procesos anímicos y psicológicos ante la irrupción, el recuerdo, el obstáculo o el anhelo de un tercero en discordia; de la influencia de la casualidad, real o creada.
El tremendo elenco de la película (Liam Neeson, Olivia Wilde, Adrien Brody, Mila Kunis, Kim Basinger, James Franco, Maria Bello, Riccardo Scamarcio, Caroline Goodal) confluyen por pasado o presente para tejer una red de circunstancias y consecuencias que a todos nos podría pasar o nos ha pasado. Pero esta primera capa ya vista en otros títulos no es sino la fachada de algo más profundo o complejo que como digo no se puede siquiera mencionar para no estropear la visión global y el juego final del puzzle.
Paul Haggis, si bien no logra alcanzar cotas sublimes o subir otro peldaño al menos en su camino creativo, firma como director y guionista una película notable, aportando elementos no nuevos pero sí tratados con acierto, manteniendo una coherencia autoral y logrando lo más importante en este tipo de films: personajes bien perfilados y gran dirección de actores, historias intensas, reflexión y un final sorprendente y coherente a la vez.
