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Basada en una novela de Rick Yancey, no creo que tenga las mismas buenas críticas que el libro. Mira que me gustan las películas de invasión alienígena (y eso que la Humanidad no es que me haya tratado tan mal), pero viendo productos como éste desearías –más de lo habitual- que los invasores se quedaran con el planeta. Mira que la cosa no empieza mal, en la línea más convencional del género, pero nada mal. El contraste de la plácida y hedonista vida adolescente que se ve truncada de la noche a la mañana con una por ahora silenciosa y metódica agresión alienígena. Y qué mejor lugar para aumentar el drama de que te quedes sin móvil como primera “medida” alien, y en un instituto.
Y mira que nunca recomiendo no ver ninguna peli, porque sean buenas, malas, peores o mejores, cada uno es un mundo y no hay criterios absolutos. Pero en este caso no puedo resistirme. No tiene nada que ver que lo mala que sea, sino porque directamente insulta la inteligencia, convirtiéndose en una tomadura de pelo. Al menos eso es lo que servidor ha sentido. Porque un film puede pretendidamente tomártelo o puede ser pretendidamente malo, pero si encima denota una autoconsideración superior o directamente no se da cuenta de ello, entramos en un nivel de cine de notable gravedad.
‘La Quinta Ola’ parte de una idea que no siendo grandiosa daba para un buen desarrollo y otra vuelta de tuerca al género, para llevarlo incluso por derroteros de thriller. Una invasión alien basada en cinco fases, con la nave nodriza habitual plantada a lo Independence Day pero con intenciones más ajedrecísticas que bélicas, es decir, acabar con la especie humana pasito a pasito, sin destruir el planeta y sus recursos, primero cortando todo atisbo de energía, luego creando desastres naturales que diezmen la población y continuando por una pandemia modificada. Esto nos lo cuenta la protagonista en breves pinceladas, voz en off, una Chloë Grace Moretz que empieza a resultar en todas sus películas repetitiva en sus escasos registros, sin distinguir apenas entre sus momentos de fragilidad y de dureza. Igual ahí radica el encanto que le ven, el de poder encarnar igualmente a una heroína y a una chica normal de instituto, frágil y soñadora. Lo malo es que no funciona con ninguna.
A partir de ahí asistiremos al desarrollo de lo que sería la cuarta y quinta ola, pero es aquí donde el argumento, los personajes, los diálogos y las situaciones caen de tal manera que alcanzan cotas máximas de vergüenza ajena y risas de incredulidad a medida que avanza la trama. No te explicas como una raza alienígena tan superior puede montar tal parafernalia “sutil” cuando podría exterminarnos, a tenor de lo que te cuentan, en pocos días y sin hacer apenas ruido. Y ya si añadimos la absurda historia de triángulo amoroso y los comandos de niños para luchas contra los alien en forma humana pues tenemos el panorama completo.
‘La Quinta Ola’ se precipita por tanto a un sinsentido, mala dirección y personajes sin fuerza o directamente ridículos. Queda como una afrenta no sólo a los grandes o al menos buenos títulos del género sino también a los que acertada o equivocadamente dan una visión diferente, jocosa o si me apuras de serie Z, pero todas dignas en mayor o menor grado. No es el caso, quedando una mala sensación de incredulidad e indignación que enseguida se torna en una socarrona sonrisa y pasar página.