Lo contrario al amor

[xrr rating=2.5/5]
Merce (Adriana Ugarte) y Raúl (Hugo Silva), después de varios fracasos amorosos se conocen y se enamoran e inevitablemente se ven de nuevo abocados a repetir una vez más la historia tantas veces vivida, tras la primera fase romántica se da paso al miedo, al control, la dependencia, el intento de cambiar al otro y adaptarlo a mí…, algo enfermizo, algo que nada tiene que ver con el amor, es justo lo contrario al amor.
La primera vez que vi el tráiler de este film no me llamó excesivamente la atención. Ni tan siquiera el tan vitoreado cuerpo (y cuerpos-hablando en plata-) de bombero despertó en mí un mínimo interés de ver esta película en el cine. Me pareció sin más la típica comedia romántica con sus tópicos: chica y chico se conocen y terminan enamorándose. Después de toda la publicidad y promoción que se le ha dado a esta nueva entrega de cine español, empezó a desvelar en mí otro sentimiento menos desinteresado; y quizás por dos razones. La primera es que, como ya sabemos, muchas veces las cosas no son lo que parecen, y cambiando un poco el famoso proverbio español y adaptándolo al mundo del séptimo arte: los “trailers de las películas engañan”. La segunda razón, es que mi persona se encuentra en ese pequeño porcentaje que es ferviente defensor del cine español. Y así, me decidí dar una oportunidad a esta primera película dirigida por Vicente Villanueva.
De esta manera, me aventuré a visionarla con una mentalidad más abierta. Cuando terminó la película, mi concepción acerca de ella volvió a convertirse en lo que había sido al ver el tráiler por primera vez. No es esta una de esas películas que vayan a sorprender, y ni mucho menos se van a colocar en el ranking de taquilla. Quizás, consiga lograrlo por el elenco de guapos actores con el que cuenta: el predilecto policía de la serie Los hombres de Paco: Hugo Silva, Adriana Ugarte, o Alex Barahona (Berto en Física o Química), entre otros.
En este primer largometraje de Vicente Villanueva, el laureado director y guionista de cortos, ha optado por no comerse mucho la cabeza para intentar hacer una apuesta original. Lo tradicional ha ganado la partida, una vez más. Y es que últimamente lleva tanto ganándola, que ya cansa. Así nos quedamos, con una comedia romántica sin más.
La película gira en torno a un flash-back, un punto de giro bastante logrado que, lamentablemente, acaba de la forma más previsible. De todas formas, el film no deja de ser entretenido. Los puntos de humor, a pesar de no ser muchos, son bastante acertados y sacarán más de una carcajada.
Uno de los fuertes de la película es el reparto con el que cuenta. Un grupo de actores y actrices, que a base de tándemes se complementan a la perfección para dar lugar a un todo. Toño (Alex Barahona) y Salva (Rubén Sanz) dos de los bomberos que serán los protagonistas de varias de las escenas cómicas y a las que gracias el largometraje conseguirá subir un pequeño escalón. También será Loreto (Guadalupe Lancho) quien nos haga reír en más de una ocasión; una estrella condenada al fracaso, quien junto a su representante Fidel (Luis Callejo) encuentra su verdadero camino, después de numerosos tropiezos. Y en último lugar, el plato fuerte, los dos protagonistas, sobre los que recae el mayor peso de la película: Raúl (Hugo Silva) y Merce (Adriana Ugarte) su interpretación es de sobresaliente y la unión que ambos han logrado más aún. Una excelente complicidad que hace ver que sin ella no hay él, y sin él no hay ella. Así, es imposible concebir esta película sin ninguno de los dos.
En definitiva, el largometraje en sí, no está mal. Entretenido, gracioso y distraído. Lo malo es que no sería la primera elección para pasar un domingo de cine. ¿Lo bueno? Es que tampoco sería la última.