Empezando con la ronda de películas subidas en marzo del Studio Ghibli, hoy tocaremos la reseña de la película sin la que probablemente no habría existido el estudio. Esta película se estrenó en 1984 siendo dirigida por Hayao Miyazaki, inspirado en un manga homónimo creado por él mismo en 1982.
Fue realizada por el estudio Topcraft, pero debido a que gran parte del equipo de producción coincide con el del Studio Ghibli y, especialmente, debido a la figura de Miyazaki, la mayor parte de gente y el propio estudio la consideran dentro de su catálogo. En cualquier caso, el éxito notable de la película posibilitó la creación del estudio.
Para la película, las voces protagonistas fueron Sumi Shimamoto en el papel de Princesa Nausicaä, Gorō Naya en el papel de Maestro Yupa, Yoshiko Sakakibara en el papel de Lady Kushana, Yōji Matsuda en el papel de Príncipe Asbel, Iemasa Kayumi en el papel de Kurotowa y Hisayo Kyōda en el papel de Obaba.
En España esta película ha sido objeto de dos doblajes. Por un lado, en su versión en DVD, los actores de doblaje fueron, respectivamente, Ana Ángeles García, Rafael de Penagos, Valle Acebrón, Rafael Torres, Luis Marín y Ana Díaz Plana. Curiosamente, en esta versión se tradujeron algunos nombres como a Nausicaä que le llamaron Sandra, a Lady Kushana, Selena o a Asbel, Milo. No obstante, en la versión que aparece en Netflix, que fue la que se lanzó en cine en 2010, los personajes se llamaron igual que en su versión japonesa y los actores de doblaje fueron Belén Rodríguez, Luís Porcar, Mercedes Cepeda, Jesús Pinillos, Alfonso Laguna y Pilar Gentil.
La película nos presenta un mundo post apocalíptico en el que tras 1000 años de una catástrofe nuclear, los supervivientes viven con miedo al crecimiento de un bosque contaminado (“el mar de putrefacción”) en el que habitan insectos mutantes gigantes. Ante esta situación, los supervivientes tienen distintas formas de afrontar el conflicto: por un lado, está el personaje de Nausicäa que lo hace desde su amor por la naturaleza intentando buscar un equilibrio y, por otro, los dos bandos que están en guerra: el reino de Tolmekia (que buscan destruir el mar de putrefacción utilizando un dios de la guerra) y el reino de Pejite (que tienen la misma finalidad, pero quieren impedir que se utilice al dios).
Así, la película muestra la distinta forma de afrontar los conflictos en nuestra sociedad y el origen de las guerras, en la que los distintos países en lugar de unirse entre sí porque tienen un objetivo en común acaban peleando entre ellos porque hay uno que quiere alcanzar el dominio. Pero, al final, y esta reflexión se permite gracias al reino de los Vientos ambos lo que buscan es lograr el dominio sobre la naturaleza. La película reflexiona sobre cómo realmente la naturaleza es buena, en ella está el origen de la vida, y como el origen de toda contaminación está en los hombres y sus guerras, quienes en lugar de cuidar la naturaleza, la destruyen para lograr poder.
La forma de presentar estos temas me ha parecido muy adecuada, ya que se van introduciendo poco a poco, pero con un ritmo que hace que no te resulte pesada la trama y, con un final, quizás demasiado abrupto. Pero, sí que es cierto, que se siente como que faltan cosas por contar o, al menos, por desarrollar de ese universo. Cosa, por otro lado, lógica porque es la adaptación de un manga de 7 volúmenes. En cualquier caso, te muestra lo necesario para que comprendas la historia y para mostrarte el mensaje que quiere transmitir.
Pero si por algo destaca la película es por los personajes femeninos. El que más destaca es el personaje protagonista, Nausicäa, a quien coges cariño desde la primesa escena. Es un personaje femenino fuerte, sin necesidad de ningún interés amoroso (puesto que no es necesario para la trama), muy valiente, quizás el personaje más valiente de la película; y que consigue transmitirte su amor por la naturaleza. Pero no se queda atrás, la principal antagonista, que de momento me parece la mejor villana de las películas que hemos reseñado hasta ahora, al que cogerás odio, amor y, sobretodo, respeto desde su primera aparición.
En cuanto a la animación, teniendo en cuenta la época en la que se realizó, es espectacular, como no podía ser de otra manera. Especialmente me han gustado los diseños de las criaturas y de algunos escenarios (como el bosque de putrefacción). Los personajes presentan un diseño agradable que los hace muy carismáticos.
En definitiva, es un buen punto de partida para empezar a ver las películas de este estudio y comprendo el éxito que tuvo. Presenta los elementos que caracterizan al Studio Ghibli (como la defensa de la naturaleza) y te cuenta una historia que disfrutarán mucho los más pequeños (y a los menos pequeños también, claro) y les enseñará valores muy bonitos como la importancia de la naturaleza o a solucionar los conflictos sin violencia.