Donde Viven los Monstruos

La infancia tiene sus propias maneras de ver, pensar y sentir; nada hay más insensato que pretender sustituirlas por las nuestras.    J.J.Rousseau

Jean Jacques Rousseau se llevaría muy bien con Spike Jonze, joven director americano de videoclips tan conocidos como el Sabotage de Beastie Boys, amigo y productor de Michel Gondry y de las gamberradas de Jackass.

Jean Jacques Rousseau jugaría a lanzar terrones de tierra y Spike Jonze se los devolvería sin problemas, con la misma inocencia con la que interpretó al infantil soldado en el film Tres Reyes (1999), y con la misma soltura con la que da el salto ,cual Christopher Walken en el videoclip Weapons of Choice de FatboySlim, y finalmente ganarse a la crítica americana como director con la surrealista Cómo ser John Malkovitch (1999).

Spike Jonze tiene su propia maneras de ver, pensar y sentir…un mundo interior pero fácilmente identificable, porque todos lo hemos recorrido: el de la infancia, ese período de nuestras vidas donde arbolamos banderas de piratas, construimos todo tipo de fortalezas con 4 sillas y una sábana, y donde hacemos guerras de piedras donde todos ganan y nadie muere…tan sólo la imaginación parece perecer cuando ese yo egocentrico, como el de Max ,el protagonista de este cuento cinematográfico, disminuirá ante los gigantescos problemas de los demás, sus amigos los monstruos.

El viaje de nuestro protagonista hacia una isla, simboliza la mutación del individuo, dicho de otro modo, la deconstrucción del niño para reconstruir a ese individuo que será cuando acabe el viaje, cuando asimile por qué el mundo no gira nunca alrededor de uno mismo. El monstruo que muy bien sabemos aquellos que somos padres, se libera a veces y debe ser reducido a su mínima expresión, de la mejor manera: jugando, aunque sea salvajemente!.

Spike Jonze ahí entronca directamente con la fuente original en la que se basa el film: un cuento ilustrado de menos de 20 páginas llamado Where the Wild things Are ,traducido aquí para el film como Donde Viven los Monstruos.  Publicado en 1963, hoy ya es un clásico de la cultura americana. Con una ilustración abrupta y muy llamativa truncó con la línea de hacer cuentos infantiles en su época: el cuento apostó por el derecho a hacer el cafre, por el drecho de rebelarse y parecía romperle el paraguas victoriano a  Mary Poppins. Maurice Sendak, cascarrabias ilustrador de origen polaco, puso el grito en el cielo mientras contaba las estrellas en su barco imaginario navegando entre los plieges de nuestro colchón…metáforas coloristas rodadas con acierto por Spike Jonze (también podrían ser de M.Gondry) mejorando eso el poco empaque del cuento para 101 minutos de cine.

Donde Viven los Monstruos ha sido la apuesta infantil de la Warner para estas Navidades 09 con un presupuesto de 80 millones de dólares y muchos, muchos quebraderos de cabeza porque el film no acababa de convencer en los postscreeners. Realmente no estamos ante una clásica producción para niños, no es la maravillosa Un Puente hacia Terabithia, ni ninguna crónica de un país fantástico tipo Narnia,…,Donde Viven los Monstruos es una producción indie más para cinéfilos aniñados que para familias palomiteras. 

A Spike Jonze se le reconoce su imaginación y su realización dinámica que funciona mejor a modo de secuencias sueltas (videoclips) gracias a sus dotes como realizador skater-DJ. por eso la BSO con una vocalista rock-punk ,Karen O. & the Kids, con sonidos orgánicos y cálidos reflejan ese mundo de fantasía que es la isla de los monstruos, unos monstruos muy bien fotografiados y digitalmente (tan sólo los rostros) espectaculares a la hora de dotarlos de gesticulación.
Pero el problema de Spike Jonze, sobre todo a media película, es que por muy alejados que quede ese mundo de la infancia del adulto, no podemos dejarlo en su butaca  esperando que pase algo, esperando entender un poquito más porqué todos se divierten menos él, viendo cómo se dilatan en demasía las secuencias de Jackass a lo P3 sin que se expliquen mejor los personajes de peluda dermis que ahora estan tristes y se enfadan sin motivo.

Donde Viven los Monstruos podía haber sido una muy buena película, pese a su valiente propuesta, la frescura iniciática, como en todo viaje, se diluye una vez zarpó la embarcación y con las primeras olas el barco de Spike Jonze naufraga en una isla equivocada, donde quizá lo más monstruoso no es su película, sino nuestro falta de imaginación al olvidarnos que una vez fuimos niños y que nunca más volveremos a serlo…o quizá sí.

 

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